El pan es una de mis asignaturas pendientes. No se porque, siempre que intento hacer pan hay algo que falla. Pero no quiero resignarme a elaborar pan en casa.
Me gusta mucho amasar el pan, la masa de pizza o cualquiera de estas cosas que requiera un proceso de amasado, me relaja mucho, soy así de rarita... También me gusta el olor del pan recién horneado, me gusta ver como poco a poco va levando la masa, son cosas pequeñas que a mi me aportan una sensación de bienestar, agradables.Tal vez, a otras persona les puede dar más placer comer el bocadillo, pasarse la tarde frente a la televisión u otro sinfín de actividades, pero a mi me gusta hacer pan.
Creo que es la primera vez que me sale un pan "decente", "comestible", en otras ocasiones se que queda una miga poco prieta, la corteza no adquiere la dureza necesaria, no me leva demasiado, pero parece que esta vez no me he topado con ninguno de ellos.
Creo que me salió bastante bien, pero como siempre se aceptan críticas (constructivas, claro) al respecto. Me salieron 2 barras de pan de unos 400g cada una.
Usamos el pan para cenar, con él nos hicimos unos bocadillos de pimientos, jamón serrano, pechuga de pollo y unas rodajitas de tomate, delicioso!
Ingredientes:
- 300mL de agua
- 250g de harina de fuerza
- 250g de harina integral
- 15g de sal
- 1 cubo de levadura de panadero
- 1 cucharada postre de miel o azúcar
- 50mL de AOVE
- En un cuenco ponemos unos 100mL de agua tibia, 2 cucharadas soperas de harina de fuerza, la cucharadita de miel y el cubo de levadura. Mezclamos para deshacer la levadura y dejamos reposar unos 10 minutos o hasta que se forme una capa de espuma en la superficie.
- En otro bol mezclamos las harinas y hacemos un hueco en el centro, añadimos la mezcla anterior y poco a poco vamos echamos el resto del agua donde habremos disuelto la sal y el aceite. Amasamos hasta incorporar todos los ingredientes a la masa.
- En una superficie limpia y espolvoreada con harina, amasamos la mezcla hasta obtener una masa lisa y uniforme, trabajo que nos llevará unos 15 minutos.
- En un bol enharinado, introducimos la masa, tapamos con un paño limpio y dejamos reposar en un lugar sin corrientes de aire, al menos una hora.
- Cuando la masa ha reposado el tiempo suficiente, la ponemos sobre una superficie enharinada, la amasamos un poco y le damos la forma que más nos guste, yo esta vez decidí hacer dos barras, pero se le puede dar forma de hogaza, panecillos, etc.
- Disponemos el pan sobre la bandeja del horno empapelada, lo dejamos levar otra hora, esta vez dentro del horno con la luz encendida.
- Sacamos el pan del horno, calentamos a 220ºC con recipiente apto para horno con unos 3 dedos de agua (yo usé una fuente de Pirex), y en este momento, con un cuchillo bien afilado (no como el mio), es cuando podemos hacer unas incisiones sobre la superficie de la masa, para evitar que se quiebre.
- Introducimos el pan en el horno caliente y horneamos unos 30 minutos, entonces, abrimos el horno, pulverizamos agua en su interior y bajamos la temperatura a 180ºC, cocinamos durante unos 15 minutos.
- Apagamos el horno, dejamos enfriar sobre una rejilla y nuestro pan está listo!
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