Por fin!! Al final le he ganado la guerra al pan de pita. Mira que lo había intentado veces, en el horno, en sartén, con más reposo, estirándolo con las manos, con el rodillo, uff... Era casi imposible, pero no!! No hay mejor método de aprendizaje que el de prueba y error, al menos en términos culinarios, así que sin perder la paciencia el sábado lo volví a intentar.
El pan de pita es un pan de origen árabe, suele ser el pan que se usa en los kebab. Es un pan plano, que se hincha al hornear, muy blanco en su superficie, no debe adquirir un color dorado. Normalmente se suele rellenar con carne y verduras, pero si no se hincha, como me pasaba antes, se pueden poner los ingredientes encima y tomarlo como una pizza.
Ingredientes:
- 500g de harina
- 25 de levadura de panadero
- 150 mL de agua
- 8 gramos de sal
- 20mL de aceite de oliva
- 1 cucharada de postre de azúcar
- Disolver la levadura junto al agua y el azúcar.
- Añadir la harina, el aceite y la sal. Mezclar todos los ingredientes.
- Cuando los ingredientes estén bien incorporados, volcar la masa sobre una superficie enharinada y amasar unos 10 - 15 minutos.
- Formar una bola con la masa y dejar reposar, al menos, unos 30 minutos en una zona con una temperatura constante y sin corrientes de aire.
- Cuando la masa doble el volumen inicial, dividir la masa en porciones, yo en 4, pero si se quieren panes más pequeños, en más porciones.
- Quitar el aire de la masa, aplanar y estirar con el rodillo hasta que tenga medio centímetro de grosor.
- Poner los panes sobre un papel de horno y cubrir con un paño. Dejar reposar otros 30 minutos.
- Precalentar el horno a 210 -220ºC, con la bandeja para hornear en su interior.
- Cuando alcance dicha temperatura, introducir los panes en el interior y hornear durante 10 -12 minutos.
- Hay que tener en cuenta que los panes no se tienen que dorar, una vez listos ya se pueden usar para rellenar.
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